Peeling facial
La palabra anglosajona peeling se puede traducir al castellano como “pelamiento”, “desconchamiento”, y en términos técnicos dermatológicos significa exfoliación, es decir, el generar por uno o varios mecanismos la pérdida controlada y racional de una o varias capas de la piel.
Un peeling, entonces, es un procedimiento que ocasiona un daño controlado de la piel para generar la pérdida o exfoliación de una o más capas.
Este efecto puede lograrse de forma química al usar sustancias en soluciones o pastas; mecánica usando por ejemplo cristales de diamente, sílice o hidróxido de aluminio (microdermabrasión); o calórica con el uso de láseres ablativos.
Clasificación de los peelings químicos
El peeling facial químico puede generar un cambio a distinta profundidad en la piel, y de acuerdo a esto, se dividen en:
a) Muy superficial (abarca solo al estrato córneo)
b) Superficial (hasta camada basal).
c) Medio y sus variantes (dermis papilar).
d) Profundo y sus variantes (dermis reticular).
Mecanismo de acción
El peeling químico causa alteraciones de la piel por medio de tres mecanismos:
a) Estimulación del crecimiento epidérmico mediante una remoción del estrato córneo; engrosamiento dérmico por descamaciones muy leves a nivel de dermis papilar.
b) Destrucción de capas específicas de piel lesionada de acuerdo a la profundidad de la lesión.
c) Activación de mediadores de inflamación, por medio de los cuales se induce la producción de colágeno nuevo y de sustancia fundamental de la dermis.
Indicaciones del peeling facial:
- Fotoenvejecimiento cutáneo
- Arrugas finas, leves a moderadas.
- Lesiones epidérmicas (queratosis seborreicas, actínicas y liquenoides).
- Discromías
- Efélides
- Lentigos
- Melasmas epidérmicos y dérmicos.
- Pigmentación post inflamatoria
- Cicatrices superficiales: Post trauma, post cirugía y post acné
- Coadyuvante de un tratamiento de acné vulgar y rosácea
- Coadyuvante de otros procedimientos quirúrgicos cosmético